21 noviembre, 2006

UNA HISTORIA


Puedo escribir los versos más tristes esta noche…

Sin duda ese poema tiene el mejor principio y final que jamás he leído, nadie como él expresaba lo que sentía, que no tenía que ser poco.

Yo leo historias, algunas veces escribo algunas y lo mejor de todo eso es que puedes escribir lo que te dé la gana, lo que se te pase por la mente, dar rienda suelta a tu imaginación y que tu mente ponga el límite y si no lo pones, pues mejor que mejor.

O quién no ha pensado alguna vez, ser el/la protagonista de alguna historia, como naufragar a una isla desierta y resulta que cuando llegas, te encuentras allí, que naturalmente ha naufragado antes que tú, a la persona de la que alguna vez has pensado, "uff!! contigo me perdería yo en una isla desierta", o que te toca la lotería y te mueres por ir al banco y verle la cara al director, ese que te ignora completamente cada vez que vas allí y guardas interminables colas, cuando le digas que te regale un coche y un apartamento en la playa, o que cuando la vida se te acabe hayas dejado tu historia escrita en ella con letras de oro, inventar la vacuna del sida, por ejemplo, esa sería una buena historia o que de pronto cuando estás sentada en el sofá de tu casa, suena el teléfono y resulta que te proponen el trabajo de tu vida, el que siempre has querido, eso no estaría tampoco nada mal y sin patearte las calles dejando tu currículum por ahí. Que la mayoría de la veces termina en alguna papelera, pero la verdad es que esas cosas, rara vez nos pasa a la gente normal y corriente, a las que llevamos una vida sencilla, con altibajos, pero sencilla y solo nos queda eso, imaginarnos nuestra historia, porque de la vida más sencilla, de la situación más simple, se puede sacar una historia.

Si hay alguien a quien no soportas, es fácil, lo matas con saña en el primer párrafo, y si hay alguien a quien dedicarías tu vida entera, bueno, siempre puedes perderte en esa isla desierta, es lo bueno que tiene cuando decides escribir una historia.

Yo podría escribirte una historia, a ti, que no te conozco de nada o a ti, que tanto te conozco…a ti, te escribiría tantas cosas, aunque siempre viene la tristeza cuando acabo una página y como no quiero acabar de escribir tu historia, voy corriendo a escribir otra página y luego otra, el principio de cada hoja es lo mejor, porque sabes que te queda aun mucho papel para seguir escribiendo, pero todo tiene un final y llegas sin querer al fin de la historia y lo único que te queda es volver a leerla una y otra vez, para volver a sentirla, para volver a vivirla…

Porque quién no tiene una historia que contar? Por muy cortita que sea, alguna aventura, alguna anécdota, o precisamente una historia que no puedas contar, esas son las mejores, por que seguramente hay mucho guardado en ellas, los mejores secretos, los mayores ridículos, aquella vez que dijiste, “tierra trágame”. Lo que es seguro es que todo el mundo tiene algo que contar, que a veces se cuenta, que a veces callamos y no me cabe duda de que todas son interesantes, al menos para ti, que eres el escritor o porque no, el protagonista de tu historia. Y si no, pues también puedes imaginarla, y escribir la historia mas fantástica jamás contada, lo seguro es, que le regalarás al lector unos minutos de auténtica evasión mental y en esta vida, eso es lo que importa..


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